Cuando se trata de adoptar a una mascota la hacemos parte de nuestro núcleo familiar sin darnos cuenta de que ellas nos ayudan a ser más felices física y mentalmente gracias al vinculo afectivo entre el dueño y el animal.
Especialistas señalan que las mascotas nos inculcan valores como la lealtad, el amor incondicional y la inclusión en la sociedad. Además, aumentan nuestra autoestima.
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Beneficios de su compañía
La psicóloga Yolanda Mena de la Mora señala que el contacto con animales y la naturaleza genera una mayor producción de neurotransmisores, como las endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina, que permiten sensaciones de bienestar, placer y relajación.
La especialista Mena de la Mora detalla que hay beneficios sociales, intelectuales o cognitivos y socio-afectivos, pues facilitan el contacto con otras personas, sacan de foco de las actividades laborales o rutinarias, implican una forma de cuidado y proyección a otro ser.
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Esta es la razón por la que los perros y otros animales son empleados en programas de intervención asistida para terapias físicas, de rehabilitación, educación y psicoterapias. Ellos apoyan a las personas con discapacidad física o mental, con alteraciones emocionales, socioemocionales y recluidas, entre otros grupos (no sustituyen un tratamiento médico, solo lo complementan).
El médico veterinario zootecnista, Carlos Esquivel, y la psicóloga Yolanda Mena coinciden en que los animales ayudan en la terapia asistida para grupos vulnerables.
Beneficios para el corazón
Según un estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón, las personas que tienen mascotas en casa tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, tienen más probabilidad de sobrevivir a un infarto, y el solo hecho de acariciarlos reduce la frecuencia cardiaca.
El médico Esquivel Lacroix explica que al acariciar un perro, la presión arterial se estabiliza o estar en contacto con los canes o gatos disminuye el estado de ansiedad, angustia o estrés.
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El experto dice que las emociones impactan de manera decisiva en los tratamientos médicos para las enfermedades, así que una buena disposición puede contribuir a que sea más eficaz y las personas puedan sanar más rápido o mantenerse estables.
En la investigación realizada por el equipo de la psiquiatra Sandra Baker de la Universidad Commonwealth de Virginia se midieron las ondas cerebrales de personas que tienen perros antes y después de pasar un rato con ellos. El resultado fue que, después de convivir con los animales, sus dueños experimentaban un aumento en la frecuencia de las ondas asociadas a la relajación, mientras que el nivel de cortisol, conocido como la hormona del estrés, disminuyó.
Beneficios para el crecimiento
El especialista Lacroix señala que en el caso de los niños y adolescentes un animal de compañía ayuda para que sean más responsables, establezcan lazos sociales y se puedan comunicar con mayor facilidad.
Una compañía británica demostró que los animales domésticos ayudan a desarrollar un sistema inmunológico más resistente y reducen el riesgo de padecer alergias y asma durante el crecimiento de los niños.
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Mientras que un estudio finlandés confirmó que los bebés que conviven con perros sufren un 30 por ciento menos de enfermedades respiratorias y un 50 por ciento menos de infecciones de oído, mientras que una investigación del Instituto Médico de Georgia, en Estados Unidos, encontró que los niños que conviven con estos animales sufren un 50 por ciento menos de alergias y un 45 por ciento menos de asma.
Beneficios para el autoestima y la soledad
Los animales son un silencioso apoyo que reconfortan en los momentos de soledad y tristeza. En el caso de los adultos mayores o personas con cuadros depresivos sus mascotas motivan a que se puedan levantar de la cama para poderlos atender o pasear.
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La adquisición de una mascota tiene que ser producto de un consenso familiar, para que cada uno de los miembros se haga responsable de su cuidado, pues muchos de estos animales son expulsados a la calle o sacrificados porque ya no se les quiere.