Según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el Estado Islámico (EI) y militantes kurdos, junto a la inteligencia siria, podrían estar involucrados a los atentados suicidas perpetrados en Ankara, capital de esa nación.
Erdogan, cuyo Ejecutivo ha sido acusado de ser responsable por el hecho, ante la falta de seguridad durante la manifestación en la que ocurrió el atentado, ahora atribuye el ataque no solo al grupo extremista, sino además a los kurdos, contra los cuales mantiene una constante persecución.
Al mismo tiempo, implica también a Siria, mientras permanece envuelto en la campaña promovida por Occidente para buscar la salida del Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad.
De acuerdo con el primer ministro de Turquía, Ahmet Davatoglu, uno de los organizadores del atentado terrorista ya fue identificado, mientras que la investigación sobre el segundo atacante continúa.
En contexto
El Gobierno de Turquía lleva a cabo una supuesta lucha contra el Estado Islámico que ha usado como excusa para atacar al Partido
de Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Irak y a milicianos kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG) en Siria.
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