El autodenominado grupo Estado Islámico (EI) publicó este martes un video en el que muestran un nuevo método para asesinar a sus rehenes.
Se trata de detonar bombas enterradas y obligar a los prisioneros a permanecer inmóvil el lugar donde las ocultan bajo tierra. Al menos 10 de ellos fueron asesinados con este mecanismo en Afganistán.
Los rehenes fueron llevados a una colina – hasta ahora no identificada – del país, y aparecen enterrando varias cargas explosivas bajo el suelo antes de cubrirlos con tierra. Luego son forzados a sentarse o arrodillarse y después se ve a uno de los extremistas activando los explosivos, mueren todos.
El EI los señala como víctimas ‘apóstatas’ en el video difundido en su cuentas en redes sociales.
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Según medios internacionales, algunos prisioneros pueden pertenecer a la tribu Shinwari, los cuales fueron acusados de ayudar a los talibanes en la provincia afgana de Nangarhar, de donde fue expulsado recientemente el EI. Mientras que otros pudieron ser condenados por apoyar al Gobierno en la lucha contra el terrorismo en el país.
La ejecución ocurre en medio de caos por la designación de Ajtar Mansur al frente de los talibanes, luego de que se confirmó la semana pasada la muerte del mulá Omar; y a un día de que la coalición internacional liderada por Estados Unidos (EE.UU.) bombardeara posiciones del EI en Siria e Irak, informó al diario Interfax el comando conjunto de las fuerzas de la coalición.
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