El movimiento rebelde de los hutíes aseveró este domingo en un comunicado que el pueblo de Yemen "no se arrodillará ante ninguna amenaza".
Esta afirmación del grupo chií se debe a la petición realizada este sábado por los países del Consejo de Cooperación Golfo (CCG) Pérsico al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que intervenga en Yemen tras rechazar la reciente toma del poder por parte del movimiento rebelde en ese país.
El portavoz de los hutíes, Mohamed Abdelsalam, dijo que "al contrario estas (amenazas) aumentarán su fuerza". A su vez, aseguró que "no hay motivos para estas posiciones convulsivas e intimidación exagerada, ya que el pueblo yemení no ha hecho nada que dañe a sus vecinos y amigos".
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El comunicado fue emitido tras una reunión extraordinaria de los ministros de Asuntos Exteriores de los países del Consejo de Cooperación Golfo en la capital saudí, Riad.
Por su parte, los ministros de Exteriores del CCG alegaron este sábado ante la ONU que la seguridad internacional está amenazada por la "continuación del golpe contra la legitimidad en Yemen" y rechazaron el acta constitucional promulgada el pasado 6 de febrero por los hutíes para "imponerse por la fuerza".
En este sentido, pidieron al Consejo de Seguridad de la ONU y a la comunidad internacional adoptar medidas urgentes para garantizar la seguridad del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y del jefe del Gobierno, Jaled Bahah, quienes dimitieron en enero pasado.
CONTEXTO
La crisis en Yemen comenzó por la creación de un proyecto de Constitución presentado por el entonces presidente Abdu Rabu Mansur Hadi, que buscaba dividir el país en seis regiones federales. Esta posición era contraria al acuerdo alcanzado en septiembre con el movimiento Ansarolá bajo supervisión de las Naciones Unidas.
El movimiento rebelde de los hutíes surgió a principios de los noventa y en la década siguiente se levantó en armas en varias ocasiones reclamando del Gobierno mayor autonomía para su provincia natal, Saada, en el noroeste del país.
En agosto de 2014 los hutíes consiguieron tomar la capital del país, Saná, tras varias semanas de protestas antigubernamentales que exigían restablecer los precios subvencionados del combustible.
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