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En su última sesión ante los tribunales, el exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, reconoció que el rey Juan Carlos estaba al pendiente de algunas de sus actividades profesionales al frente del Instituto Nóos, como el Valencia Summit, evento para el cual él mismo le pidió al monarca su colaboración.
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Esta declaración quedó asentada, luego de que la abogada de Manos Limpias −el sindicato conocido por abrir la caja de pandora−, Virginia López Negrete, presentara ante los jueces un correo enviado por Urdangarin al Rey, que tenía la finalidad de informarle sobre la organización del Valencia Summit, una de las grandes cumbres organizadas por el Instituto Nóos, y de pedirle ayuda para conseguir que se unieran al proyecto algunos nombres importantes del mundo del deporte.
No obstante, tras otro correo mostrado por la abogada, en esta ocasión sobre la Copa América, Urdangarin respondió al cuestionamiento de la participación de sus negocios por parte del monarca: "Ni en los negocios míos ni en los de mi esposa. Este es un proyecto de vela donde le informamos por su afición al mundo de la vela. Él mismo propuso ciertas acciones que se podrían hacer en este campo. En ningún momento ha intervenido ni en mis negocios ni en los de mis esposa", expresó.
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La presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha advertido a la abogada de Manos Limpias que el primero de los mensajes revelados no estaba admitido como prueba en el procedimiento, por lo que la instó a evitar repetir situaciones similares. "Si vuelve a repetirse tomaremos medidas", advirtió.
Los gastos registrados a cargo de la Infanta no eran de ella
Urdangarin reiteró que la sociedad Aizoon se creó para canalizar sus honorarios profesionales, y que solo incluyó a su esposa como copropietaria por su vínculo filial. "Empezaba una labor y quién mejor que ella podía estar a mi lado", declaró ante la abogada de Manos Limpias.
Pero más allá de eso, el exduque indicó que su esposa no tenía un papel preponderante en la empresa y que mucho menos poseía conocimiento de los gastos que se efectuaban a través de esa firma. Así pues, aunque se emitieron dos tarjetas de crédito a nombre de cada uno de los esposos, Urdangarin recalcó que su pareja nunca estuvo en posesión de la que estaba a su nombre.
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De allí que, la abogada de la Infanta, Pau Molins, acusara a la defensa de Manos Limpias de mezclar los gastos que correspondían a la cuenta personal de los acusados con la de Aizoon, cuando al momento de presentar las pruebas ante el tribunal, se empezó a cuestionar de quienes eran los gastos de peluquería y tiendas varias; gastos que, según el expresidente del Instituto Nóos, pueden ser de cualquiera de los empleados autorizados a usar las tarjetas de crédito de la sociedad Aizzon y que tenían sus claves, como su secretaria.
CONTEXTO
El caso Nóos ha sido uno los procesos judiciales más controversiales de España por presunta participación o complicidad de la infanta de España, Cristina de Borbón y Grecia, en la desviación de seis millones de euros.
La hermana del rey Felipe VI fue acusada de colaborar con su esposo, Iñaki Urdangarin, para cometer el fraude fiscal, delito que la Fiscalía intenta demostrar, de usar el Instituto Nóos para desviar fondos públicos.
El dinero malversado, se presume, fue a parar a la empresa pantalla llamada Aizoon, de la que los esposos compartían la propiedad del 50 por ciento de las acciones; empresa que incluso ha tenido en su nómina empleados ficticios, según reconoció Urdangarin.
La defensa de Cristina de Borbón y Grecia y de Iñaki Urdangarin buscó la exoneración de la acusación de delito fiscal bajo el argumento de que el sindicato Manos Limpias no tiene legitimidad para acusarlos.
El caso provocó que el rey Felipe VI retirara los títulos de duques de Palma a su hermana y a su esposo.
DATO
Es la primera vez que se sienta entre los acusados un miembros de la familia real.
Los acusados en el caso Nóos, que involucra a otras 16 personas, se exponen a ser condenados a 200 años de cárcel por saquear varias cuentas públicas.
