El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó este sábado una resolución de Francia y España para establecer un alto el fuego en Alepo (Siria), propuesta que implica el cese inmediato de los bombardeos, los vuelos militares sobre la ciudad, así como la distribución de ayuda humanitaria a todas las zonas sitiadas.
La resolución recibió 11 votos a favor para ser aprobada pero fue vetado por Rusia y Venezuela, mientras China y Angola se abstuvieron.
El representante de Rusia ante la ONU, el diplomático Vitali Churkin, denunció que la iniciativa no busca un avance en la situación en la ciudad siria, sino que tiene como objetivo provocar el veto de Moscú. "No se acepta la resolución ya que en su contra votó uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad", explicó Churkin.
Declaraciones del Ministerio ruso de Exteriores recogidas por la agencia RT señalan que el veto se debe a que la resolución serviría para "proteger y cubrir a los terroristas de al Nusra y a sus posibilidades de reoganizarse".
Por su parte, Rusia presentó después su proyecto de resolución para ser sometido a voto. No obstante, este no fue aprobado por sólo obtener cuatro votos a favor pero nueve en contra.
El analista internacional Galeb Moussa Hammad aseguró a teleSUR respecto a la resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Siria que éste grupo sigue las políticas de las potencias globales respecto al veto a la propuesta rusa para Siria.
En contexto
Desde que estalló la guerra en Siria en 2011, uno de los grupos terroristas surgidos para derrocar el gobierno de Bashar Al-Assad ha sido el Frente Al-Nusra, liderado por Abu Mohamad al-Yolani. Con la ayuda de algunos países de la región (Arabia Saudí, Catar, Turquía, entre otros), Al-Nusra empezó a reclutar ciudadanos de Jordania, Túnez, Libia, Chechenia y otros países más. De esta forma se convirtió en uno de los grupos terroristas más poderosos de Siria.
Para materializar su objetivo recurre al uso de coches bomba, ataques suicidas, atentados contra centros comerciales y aeropuertos en la capital siria, Damasco, y en Alepo, su principal fortificación. Aunque afirmaron que no atacarían a civiles, los reportes y vídeos muestran cómo degollan a niños y mujeres chiíes y alauitas. EE.UU. lo enlistó como terrorista el 11 de diciembre de 2012, y la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 14 de mayo de 2014.