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El presidente ruso, Vladimir Putin, decidió este jueves realizar cambios en la estrategia de seguridad nacional que incorporará una política exterior activa, informó el Consejo de Seguridad de ese país.
La estrategia "consolidará los esfuerzos de los órganos del poder y las instituciones de la sociedad para crear las condiciones internas y externas favorables con objeto de afrontar los nuevos desafíos para los intereses nacionales de Rusia", apunta el ente en una nota de prensa.
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La agencia rusa Tass explicó que la nueva medida excluye el "hermetismo de Rusia respecto al mundo y será aplicada hasta el año 2020”. Según el Consejo de Seguridad ruso, Putin ya había tomado una decisión al respecto para reforzar los planes de Defensa.
"Presupone la continuidad de la política estatal en el área de seguridad nacional, así como la continuidad del sistema de intereses nacionales y de las prioridades estratégicas nacionales", señaló el Consejo.
Añadió que la nueva estrategia será presentada al presidente antes de finales del año en curso. Busca emplear de manera eficaz “las reservas internas de Rusia, es decir su potencial económico, político, humano, cultural y espiritual", enfatizó el órgano.
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La decisión de Putin coincide con el anuncio del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, sobre la construcción del múltiples bases militares en las islas Kuriles, de Wrangel, el cabo de Otto Schmidt, la isla de Chukotka y en las islas árticas de Kotelny.
"No se lo ocultamos a nadie. Prácticamente hemos completado la creación de la base en las islas de Nueva Siberia, en las islas árticas de Kotelny. Es una base incluso mayor que las construidas en la era soviética. Es un edificio moderno que cuenta con todo el equipamiento necesario para las fronteras", declaró Shoigú en conferencia de prensa.
Rusia ejecuta desde el pasado 30 de septiembre una ofensiva antiterrorista en Siria, a petición del Gobierno de ese país, para combatir grupos terroristas como el autodenominado Estado Islámico.
Mediante ataques selectivos, la aviación rusa ha logrado destruir importantes campamentos, almacenes y recursos pertenecientes a grupos extremistas, como ha mostrado el Ministerio de Defensa ruso a través de varios vídeos.
Este miércoles, el presidente de Siria, Bashar Al Assad, estuvo de visita en Moscú y le manifestó a Putin que sin su respaldo de “el terrorismo se propagarían aún más por la región”.
“De no haber sido por las acciones de Rusia, el terrorismo (...) se habría apoderado de un territorio aún más grande”, aseveró el mandatario de la nación árabe, quien abordó con el jefe de Estado ruso el tema de la cooperación contra grupos extremistas.
