Fuentes policiales explicaron que las explosiones ocurrieron cerca de un hospital público y en las instalaciones de un terminal de autobuses.
Más de 100 personas murieron este lunes al estallar siete coches bomba en dos localidades al oeste de Siria controladas por el Gobierno de Damasco y en donde se encuentran las bases rusas.
Los ataques ocurrieron en las ciudades costeras mediterráneas de Jableh - provincia de Latakia, cercana a una base aérea rusa- y Tartus, donde Rusia mantiene una base naval.
Pese a que los funcionarios policiales confirman que la cifra supera a las 90 víctimas, fuentes extraoficiales aseguran que los atentados han dejado más de 120 fallecidos.
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El grupo terrorista del autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe) se reivindicó los atentados y afirmó que buscaban eliminar a los ciudadanos que respaldan al Gobierno sirio.
Medios sirios informaron que aproximadamente 48 personas murieron en Tartus y 53 en Jableh, probablemente casi todos civiles, y muchas resultaron heridas por las explosiones simultáneas de los terroristas suicidas del Daesh.
Tras estos atentados, los servicios de seguridad sirios arrestaron a un terrorista presuntamente del grupo Ahrar al Sham, que intentó inmolarse con explosivos cerca de un hospital de la ciudad de Jableh.
Video: Atentados en Siria cobran la vida de 90 personas e hieren a 170 https://t.co/oAZ4To2S2v
— Hisham Wannous (@HishamteleSUR) 23 de mayo de 2016
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