El presidente de Siria Bashar Al-Assad aseguró durante un encuentro con varios periodistas británicos y estadounidenses que la presencia terrorista será eliminada por completo de su país. Al-Assad anunció el comienzo de una nueva era de aperturismo, transparencia y diálogo en su país.
El mandatario culpó a Estados Unidos de llevar el terrorismo a Siria, apoyando y brindando ayuda activa a los grupos armados y otros milicianos extremistas. Un territorio que enfrenta desde el año 2011 conflictos con grupos armados de la oposición y de organizaciones terroristas.
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El jefe de Estado advirtió que el único objetivo del Departamento de Estado es derrocar su Gobierno, "este Gobierno no cumple con los requisitos de Estados Unidos”, destacó Al-Assad.
Por otra parte, Al-Assad denunció que “miles de sirios están siendo asesinados por los terroristas” y aun así nadie habla de los crímenes de guerra que cometen los milicianos de grupos armados opositores en su país.
Sin embargo existen acusaciones formuladas contra funcionarios sirios sobre supuestos crímenes de guerra están “políticamente motivadas”, fabricadas para lograr destituirlo.
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