La posesión de Donald Trump como presidente de E.E.U.U., ha causado diversas reacciones en algunos deportistas, que manifestaron su postura ante la política del mandatario republicano y sobre las recientes medidas antiinmigratorias contra ciudadanos de siete países musulmanes.
El futbolista estadounidense Michael Bradley expresó su tristeza en su cuenta de Instagram su sentir ante la decisión de Trump, de prohibir la entrada a la nación norteamericana de personas provenientes de Siria, Iraq, Irán, Libia, Sudán, Somalía y Yemen.
“Estoy triste y avergonzado. Cuando Trump fue elegido como presidente tenía la esperanza de que fuera diferente al Trump de la campaña presidencial. Que el discurso xenofóbico, misógino y narcisista fuera reemplazado por un acercamiento más humilde y mesurado para dirigir a nuestro país. Estaba equivocado. El veto de musulmanes es solo el último ejemplo de alguien que no tiene ni idea de la realidad de nuestro país y cómo sacarlo adelante”, publicó.
Por su parte, la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA por su sigla en inglés) contactó a las autoridades estadounidenses para analizar el impacto en su organización del decreto sobre inmigración.
“Hemos contactado con el Departamento de Estado y estamos en proceso de recabar información para entender cómo esta orden ejecutiva se aplicaría a jugadores de nuestra Liga que son de uno de los países afectados”, señaló en un comunicado el portavoz de la NBA, Mike Bass.
Dos jugadores de la NBA, Thon Maker de los Milwaukee Bucks y Luol Deng de Los Angeles Lakers, son originarios de Sudán, uno de los siete países afectados por las medidas de la Casa Blanca.
Rondae Hollis-Jefferson, jugador musulmán de los Brooklyn Nets, aseguró que es “desgarrador” ver el impacto de estas medidas en muchas personas: “No se puede juzgar a todo un grupo por las acciones de uno. Siento que esto no es correcto”.
El entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, cuyo padre fue asesinado en un atentado terrorista, también rechazó la medida y se solidarizó con las personas afectadas.
“Combatir el terrorismo desterrando a la gente va en contra de los principios de nuestro país, crear miedo puede provocar ira y terror. Lo siento por esas familias afectadas, me parece una idea horrible y me preocupa lo que esto pueda significar para la seguridad mundial”.