Con la reapertura de sus embajadas, entre Cuba y Estados Unidos se afianza un paso más hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales. La importancia para el país del norte y para su Presidente va más allá de un interés conciliador. El proceso de restablecimiento y normalización de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos (EE.UU.) se inició el pasado 17 de diciembre, cuando los Presidentes de ambos países anunciaron de manera simultánea la liberación de los cinco héroes cubanos y del norteamericano Alan Gross. Luego de estas medidas bilaterales se dió inicio a un proceso de negociaciones y conversaciones para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales.

Tras seis meses de encuentros y rondas de negociaciones entre los representantes de estos países, se anunció para este 20 julio la reapertura de las embajadas.  Esto marca el inicio de una nueva etapa de las  relaciones entre Cuba y Estados Unidos con miras a la normalización de sus relaciones, tras más de medio siglo de estar en disputa y de que la nación del norte aplicara sobre la isla un férreo bloqueo.

Ganancias comerciales y económicas

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Hasta el momento se habla de los “beneficios” que traerían a la mayor de las Antillas las medidas de flexibilización de las sanciones comerciales, pero ella no será la única “beneficiada”. El incremento de los negocios permitirá a las empresas estadounidenses acceder a 11 millones de potenciales consumidores que están a escasos 200 Km de las costas de EE.UU.

En el ámbito económico las medidas tomadas por la administración de Obama estimularon el valor de las compañías que podrían beneficiarse de las mejores relaciones entre Cuba y Estados Unidos. La compañía de cruceros Carnival Corporation, con sede en la Florida (sur), incrementó en 3 por ciento el valor de sus acciones luego de los anuncios. Igualmente, las acciones de la naviera Norwegian Cruise Line (NCLH) subieron en un 1,5 por ciento.

Según la Cámara de Comercio de EE.UU. el bloqueo a Cuba produce alrededor de mil 200 millones de dólares a Estados Unidos en pérdidas por el impedimento de la actividad comercial entre ambos países. El país norteamericano ha bloqueado las exportaciones hacia Cuba desde 1960, la reapertura de  las embajadas facilitará el establecimiento de empresas en suelo cubano.

Sin embargo, aunque la reapertura de las embajadas después de 54 años es un paso importante en el marco del acercamiento, no significa un salto radical o sustancial en materia económica y política.

Muchas empresas de capital estadounidense se verán beneficiadas con los acuerdos para la telefonía directa, de igual modo se podrán gestionar más licencias a las compañías aéreas y los aeropuertos y permisos para viajes de cruceros pero el asunto más importante sigue siendo una materia pendiente: el levantamiento del bloqueo a Cuba.

Decisiones para la posteridad

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El proceso de diálogos y negociaciones entre los países, y la probable eliminación del bloqueo a la Isla caribeña, quedará como el legado político del presidente Obama más allá del programa de salud “ObamaCare” y de la prometida reforma migratoria, el “primer presidente afroamericano” será recordado como el promotor del fin de bloqueo a Cuba.

En un comunicado del Departamento de Estado de la nación norteamericana expresa la conveniencia política para este país sobre la reapertura de las sedes diplomáticas "Una embajada de Estados Unidos en La Habana nos permitiría promover nuestros intereses y valores de manera más efectiva, y aumentaría nuestro compromiso con el pueblo de Cuba"

Estados Unidos intentó ganar terreno en América Latina al reconocer el fracaso de los más de 50 años de bloqueo a Cuba, no obstante, estas acciones se vieron disminuidas por el decreto ejecutivo en el que Washington declaró a Venezuela, país que ha marcado un nuevo camino lejos de las políticas imperialistas de Estados Unidos, como  “una amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad.

En una entrevista concedida al diario El Nuevo Día, el exdiplomático cubano Jesús Arboleya Cervera afirmó que “la declaración de Obama va mucho más allá de la política hacia Cuba. O sea, desde el punto de vista doctrinario, Obama planteó cosas muy interesantes como que la experiencia nos demuestra que cuando nosotros producimos un cambio de régimen y eso conduce al caos termina siendo un estado fallido”.

Igualmente, la solicitud al Congreso de EE.UU. para que levante el bloqueo que tiene más de 50 años queda como una medida histórica, esto en el marco de las venideras elecciones presidenciales en la nación del norte.