Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), junto con otros grupos grupos insurgentes colombianos, surgieron como una respuesta a la represión violenta del gobierno contra los movimientos progresistas populares de las décadas de 1950 y 1960.
El conflicto en este país suramericano se ha convertido en un aspecto intrínseco de la vida de los colombianos, ha tenido más de 6,7 millones de víctimas y ha cobrado la vida de al menos 220 mil personas.
No obstante, las FARC y las tropas del gobierno colombiano no son las únicas partes involucradas, ya que aproximadamente 80 por ciento de las víctimas han sido resultado directo de operaciones paramilitares de derecha.
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Los grupos paramilitares surgieron de los ejércitos privados y las fuerzas de seguridad de los grandes hacendados. Estos grupos se apoderaron de grandes zonas del país donde había poca influencia del gobierno, y donde operaban como una banda de crimen organizado y tenían influencia en la vida civil y política.
El poder de los grupos paramilitares aumentó cuando estos se consolidaron en un mismo grupo: las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Aunque las operaciones se desmovilizaron formalmente en la década de 2000, la parapolítica no desapareció, sino que volvió con una forma diferente de paramilitarismo.
Si bien el gobierno no ha reconocido de forma oficial tener lazos con los paramilitares, muchos políticos han sido encarcelados en años recientes por tener relaciones con estos grupos.
A pesar de los continuos llamados de las FARC para un cese al fuego bilateral, Colombia sigue estando dividida entre las áreas controladas por las FARC y las controladas por el gobierno, con grupos paramilitares operando en el medio de la situación, lo que ha generado más violencia, detenciones y politiquería.
Factores de la guerra
En Colombia, la violencia en la que viven a diario ha jugado un papel importante en la alta deserción escolar de esta parte de la población vulnerable. Del mismo modo, muchas familias han tenido que enviar a algunos de sus miembros a las grandes ciudades en busca de oportunidades de empleo o se han visto forzados a huir de la violencia.
La guerra en cifras
La influencia de EE.UU. en la guerra
Agenda de las negociaciones de paz
A finales de 2014, las dos delegaciones habían alcanzado acuerdos parciales en tres puntos: reforma agraria, participación política, cultivos ilícitos y tráfico de drogas. Sin embargo, el asunto de las víctimas actualmente sigue en negociación y el aspecto de desarme aún no se ha abordado.
1. Reforma agraria- Formalización de la propiedad de la tierra para los pobres, desarrollo y mejora de infraestructura, asistencia técnica, seguridad alimentaria, vivienda y erradicación de la pobreza.
2. Participación política- Derechos para tener participación en el proceso político y participación directa.
3. Drogas ilícitas - Sustitución de cultivos, programas para adictos y de prevención de consumo.
4. Derechos de las víctimas – Derechos humanos, indemnización, revelación de la verdad.
5. Implementación del acuerdo de paz- Mecanismos justos legitimados por el ejecutivo y ratificados por gobiernos internacionales.
6. Fin del conflicto- Cese al fuego bilateral y deposición armas.
Una vez que haya un consenso en estos seis puntos, las partes discutirán su implementación para posteriormente celebrar un referendo que le dará la oportunidad a los 46 millones de colombianos de aceptar o rechazar el acuerdo.
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