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El proyecto K conquistó para Argentina importantes logros políticos, económicos y sociales que han hecho de este país suramericano una referencia para la región y el mundo.
Argentina celebra este 25 de octubre unas elecciones presidenciales que sin duda definirán la continuidad o no de un proyecto de país que ha fortalecido las políticas públicas y el papel del Estado en el desarrollo social, ha abogado por la integración y soberanía latinoamericana, y ha sido ejemplo de lucha ante las nuevas formas de colonialismo.
De las PASO (primarias abiertas simultáneas y obligatorias) llevadas a cabo el pasado 9 de agosto surgieron dos candidaturas presidenciales que representan las dos caras de la moneda.
Daniel Scioli, es el abanderado del gobernante Frente para la Victoria (FvP), junto a Carlos Zannini, tras doce años de políticas de inclusión social, recuperación económica y apertura en política exterior emprendidas por Néstor Kirchner al asumir la presidencia en mayo de 2003.
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Por otro lado, Mauricio Macri es el candidato de la Propuesta Republicana (PRO) y afín a políticas neoliberales como la reducción de la inversión pública, la no intervención del Estado en la economía y el fin de la política de redistribución de la riqueza.
Scioli ha prometido continuar las iniciativas progresistas impulsadas por Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Ambos presidentes evitaron tomar medidas contra las grandes mayorías, en un claro signo de valentía política dado el contexto de ofensiva neoliberal contra los países del sur y en un país que venía del colapso financiero (Corralito de diciembre de 2001, fuga de capitales, inversión pública de apenas 1,2 por ciento).
Kirchner, presidente entre 2003 y 2007, elevó las reservas internacionales de Argentina a 46 mil 176 millones de dólares (de 14 mil millones), dándole a este país suramericano la fuerza financiera para ejecutar programas sociales y establecer una política exterior soberana.
En agosto de 2004, Kirchner convocó al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil con la participación de trabajadores y empleadores, tras 14 años de inacción de este mecanismo destinado a la redistribución del ingreso y la asistencia a los desempleados.
Néstor Kirchner salió de la Presidencia con un índice de popularidad superior al 60 por ciento.
Cristina Fernández, esposa del exmandatario,obtuvo el 45,29 por ciento de los votos en las presidenciales de 2007, convirtiéndose así en la primera mujer elegida para dirigir los destinos de la nación.
Entre los principales logros de Fernández, que cierra dos períodos (2007-2011 y 2011-2015) está la reestatización de los fondos de pensiones; el aumento del presupuesto para la Ciencia e Investigación; la Ley de Matrimonio Igualitario; la nacionalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF); la reforma del Banco Central; y la reestatización de Aerolíneas Argentinas.
En la Década Ganada, el proyecto K logró que en Argentina se materializaran importantes objetivos políticos, económicos y sociales que han hecho de este país suramericano una referencia para la región y el mundo.
Rol de Argentina en AL y el mundo
Este país es miembro del Mercado Común del Sur (Mercosur); la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur); y un fuerte candidato a pertenecer al poderoso bloque de los BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
La continuidad del proyecto K con Daniel Scioli y el FpV señala que Argentina seguirá jugando un rol preponderante en el Mercosur, que para el 2014 alcanzaba un Producto Interno Bruto de 3,64 billones de dólares; 13 millones de kilómetros cuadrados de territorio; y 275 millones de habitantes.
Argentina provee al Mercosur (y al mundo) una gran variedad de productos agrícolas como la soya, el maiz, carne, trigo, aceites, entre otros, gracias a su avanzado aparato agrícola e industrial.
“Estamos en una región rica pero arrancamos tarde y para ser fuertes tenemos que estar juntos. Si no integramos nuestras universidades, nuestra inteligencia, vamos a estar débiles y atomizados", advirtió el líder y expresidente uruguayo José ´Pepe` Mujica, el pasado 8 de octubre.
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En una visita que hizo el pasado martes al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, el candidato presidencial del FvP indicó que tras la creación del Mercosur y la Unasur, "ahora viene una etapa con nuevos desafíos".
Para Scioli, estos retos tienen que ver con "cómo nuestra zona se vuelve cada vez más atractiva para las inversiones, para que tengamos sustentabilidad social, económica y productiva en sectores como el agroalimentario, la energía o el turismo".
Con respecto al BRICS, la posible entrada de Argentina significaría una mayor presencia de la región en el concierto internacional y el fortalecimiento de un mundo multipolar.
Argentina ha establecido, bajo los mandatos de Kirchner y Fernández, convenios en materia energética, tecnológica, industrial, comunicacional y militar con potencias como Rusia, China, Irán y Brasil.
Con China, en febrero de 2015, la mandataria argentina firmó 15 acuerdos en cooperación penal, turística, cultural, salud, ciencia, minería, actividades espaciales, y uso pacífico de la tecnología nuclear.
"Se incorporará la señal de televisión estatal china a nuestro sistema estatal de televisión, como hace muy poco tiempo hicimos también con la Federación Rusa", informó en ese entonces la jefa de Estado desde Pekín.
Los fondos buitre arremetieron contra Argentina en 2014, amparados por la sentencia del juez neoyorquino Thomas Griesa; quien determinó que la nación suramericana debía cancelar primero a los fondos especulativos antes que a los bonistas que se adhirieron al proceso de canje desde 2005, en el marco del pago de la deuda soberana que el Gobierno argentino ha llevado a cabo de forma exitosa.
Con Argentina se quiso imponer un nuevo modelo de colonización, basado en la intervención privada, extranjera y especulativa de la deuda que maneja un Estado soberano.
Por ello, la importancia de la victoria de Scioli y la continuidad de la batalla contra los fondos buitres por parte de Argentina, que el pasado 5 de octubre obtuvo una decisión favorable en una Corte estadounidense.
Además, la aprobación en Naciones Unidas de un proyecto de nueve principios propuesto por Argentina, que busca proteger a los Estados en los acuerdos de reestructuración de deuda soberana.
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