Miles de argentinos se movilizaron este domingo a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, provincia de Buenos Aires, para participar en una misa ecuménica en un acto de petición por los trabajadores y los jubilados del país.
Los feligreses que respondieron a un llamado del Frente Sindical para el Modelo Nacional y más de setenta organizaciones gremiales, políticas y sociales, evocaron el lema "Pan, Paz y Trabajo", en honor por "los que trabajan, por los que buscan trabajo, por los que se cansaron de buscar trabajo y por los jubilados".
Los manifestantes que comenzaron a llegar desde tempranas horas de la mañana, no escucharon un discurso por parte de los dirigentes, sino simplemente un oficio por parte del obispo Agustín Radrizzani que celebró la construcción de "una alternativa humana a la globalización excluyente".
La mañana que se pintó de gris por una lluvia que cayó a primeras horas, estuvo marcada por una protesta pacífica contra el acuerdo del Gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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En ese sentido, Radrizzani sostuvo que "nuestro pueblo debe ser artífice de su propio destino y no quiere tutelajes, ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil. Quiere que su cultura, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean siempre respetadas".
El evento concluyó con una cita del Papa Francisco por parte del eclesiástico donde exhorta al pueblo a que "no nos dejemos robar el entusiasmo. No nos dejemos robar la esperanza. No nos dejemos robar la alegría permanente. No nos dejemos robar la comunidad".
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