El presidente Raúl Castro advirtió este sábado que Cuba jamás regresará a la Organización de Estados Americanos y calificó a la OEA como un instrumento de dominación imperialista.
"En nuestra opinión, la OEA desde su fundación fue, es y será un instrumento de dominación imperialista y que ninguna reforma podría cambiar su naturaleza o historia. Por eso Cuba jamás regresará", dijo Castro de manera enfática.
Castro afirmó que ninguna reforma podría cambiar la esencia intervencionista de esa entidad interamericana.
"Quiero repetir lo que dije en el balneario brasileño, Salvador de Bahía, parafraseando a Martí: antes de que Cuba se una a la OEA, primero se unirá el mar del norte al mar de sur, y nacerá una serpiente de un huevo de águila", agregó.
Los comentarios fueron parte del discurso inaugural del líder cubano ante la VII Cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en la cual se discutirá y aprobará el plan de acción para los próximos años.
El presidente cubano señaló que es urgente el fortalecimiento de la consulta y la concertación de los postulados de América Latina y el Caribe como zona de paz, firmados por los jefes de Estado de ambas regiones en enero de 2014, durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
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Castro también llamó a encontrar soluciones novedosas y factibles para que todos los territorios del Caribe enfrenten desafíos regionales como los problemas de conectividad aérea y marítima.
Seguidamente, refirió que el desarrollo del turismo, la diversificación de mercados y el ascenso de los servicios turísticos son áreas prioritarias para la región caribeña.
El presidente señaló que ante problemas asociados al cambio climático, como la elevación del nivel del mar, los huracanes, las lluvias intensas y la erosión costera, es imperativo e inaplazable la cooperación para reducir el riesgo de desastres naturales.
Respaldo a Venezuela y Brasil
Raúl Castro reiteró el apoyo de su Gobierno a la Revolución Bolivariana y al pueblo venezolano ante la embestida del imperio de socavar la soberanía, independencia y de la autodeterminación de esta patria.
"Ratificó la firme e incondicional solidaridad con el hermano pueblo venezolano, con el Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro Moros y con la Revolución Bolivariana, iniciada por el comandante Hugo Chávez", dijo.
Asimismo, resaltó "el compromiso de no intervenir en los asuntos internos de otros estados y fomentar los lazos de amistad constituyen condiciones para la paz", por lo que rechazó las pretensiones injerencistas promovidas por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien pidió la aplicación de la Carta Democrática contra la nación.
Seguidamente, el jefe de Estado cubano manifestó su apoyo y solidaridad al pueblo de Brasil y a la presidenta constitucional de esa nación, Dilma Rousseff, ante golpe de Estado parlamentario perpetrado por la derecha oligárquica y neoliberal, que pretenden revertir las conquistas sociales impulsadas en la nación suramericana.
El dignatario cubano advirtió este sábado que no pueden permanecer indiferentes a la turbulencia que tiene lugar en América Latina como consecuencia del ataque imperial contra los gobiernos progresistas.