El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inició una feroz campaña para apoyar a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a una semana de las elecciones estadounidenses del próximo 8 de noviembre.
Obama utilizó los días que han transcurrido de esta semana para ofrecer discursos en los estados clave y en aquellos donde los votantes son los más indecisos. El mandatario estadounidense aprovecha el índice de aprobación ubicado en un 58 por ciento, según una encuesta reciente de ABC News/ Washington Post.
¿Por qué una campaña tan repentina?
La ventaja de Clinton pasó de 5 puntos a 2 desde el escándalo de los correos electrónicos cuya consecuencia fue la reapertura de una investigación contra la demócrata por parte del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).
Con respecto a este asunto, Obama recordó que el FBI realizó una investigación "exhaustiva" sobre el uso por parte de Clinton de un servidor privado de correo electrónico para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado entre 2009 y 2013.
Sin embargo, los correos arrojaron información sobre posibles omisiones y errores cometidos por Clinton durante su gestión como secretaria, los cuales pudieron provocar la muerte de cinco estadounidenses, entre ellos el embajador de Estados Unidos en Libia tras el ataque terrorista a la embajada norteamericana en el país africano.
La gira de Obama
El demócrata participó el pasado martes en un mitin a favor de Clinton en el estado de Ohio. Este miércoles visitó el estado de Carolina del Norte y dijo que "el destino de la república está en juego". El siguiente estado que visitará será Florida, los tres estados son clave y en estos Clinton y Trump están igualados.
Clinton perdió popularidad entre los latinos y afrodescencientes luego del anuncio del FBI y la victoria de la candidata se tambaleó, así lo demostraron datos preliminares de algunos estados. Por lo tanto, el plan rescate de Obama es la carta bajo la manga de Clinton.