En un manifiesto en el que también firmó el Nobel sudafricano Desmond Tutu, Pérez Esquivel hizo un llamado al gobierno central y catalán para que “trabajen juntos para permitir que los ciudadanos catalanes puedan votar sobre su futuro político y, posteriormente, establecer negociaciones de buena fe basadas en el resultado”.
En el manifiesto "Dejen votar a los catalanes" ("Let Catalans Vote"), también señalan que una mayoría de catalanes ha expresado su deseo de ejercer el derecho de votar, una demanda que es “resultado de un largo desacuerdo entre los gobiernos de Cataluña y España sobre el grado de autonomía cultural, política y financiera”.
Los firmantes consideran que, como en los casos de Quebec y Escocia, la mejor forma de resolverlo es utilizando las herramientas de la democracia y que “impedir que los catalanes voten parece contradecir los principios que inspiran las sociedades democráticas”.
El gobierno regional catalán propuso celebrar la consulta sobre la independencia el 9 de noviembre, pero el gobierno de Madrid obtuvo una suspensión cautelar Del Tribunal Constitucional.
Los nacionalistas de Convergencia i Unió, en el poder en la Generalitat (gobierno regional catalán) volvieron a convocar una consulta, esta vez informal, en la misma fecha, pero el gobierno conservador español ha vuelto a pedir la suspensión ante el Tribunal Constitucional.
Además de Pérez Esquivel y Desmond Tutu, el manifiesto también fue firmado por los sociólogos Saskia Sassen y Richard Sennet, el escritor António Lobo Antunes, el productor Bill Shipsey, el historiador Paul Preston, y el diplomático Ambler Moss.