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A pesar que de que el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil frenó recientemente un juicio político promovido por la derecha de esa nación, la Policía Federal abrió una investigación preliminar por supuestas irregularidades en la campaña electoral que culminó el octubre pasado, cuando resultó reelecta por cuatro años la mandataria Dilma Rousseff.
Esta pesquisa fue abierta el pasado 7 de octubre, días antes de que el STF detuviera una maniobra promovida por la oposición de ese país contra la presidenta Rousseff, a quien pretendían aplicarle un juicio político por supuestas acciones fiscales realizadas en 2014 con las cuentas públicas.
La reciente investigación pretende determinar si la mandataria brasileña y el vicepresidente, Michel Temer, incurrieron en abuso de poder para alcanzar la reelección en 2014 y si los recursos utilizados para ello provinieron de la petrolera estatal Petrobas.
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En un documento enviado el magistrado Gilmar Mendes, miembro del TSE, emitió un documento a la Fiscalía de esa nación suramericana en el que solicitó que se esclarezca si para su campaña presidencial Rousseff recibió 2 mil millones de dólares procedentes de Petrobas.
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En contexto
La derecha de esa nación insiste en que presentará pruebas ante la Cámara de diputados para un nuevo pedido de juicio político contra la presidenta, algo que han calificado los analistas como un golpe parlamentario.
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Mientras tanto, el vicelíder del Gobierno en la Cámara de Diputados, Silvio Acosta, aseguró que Rousseff no ha cometido ni cometerá errores durante su gestión, por lo que no es posible un juicio político.
Luego de que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña intenta vincular a la presidenta brasileña y a los miembros de su fuerza política Partido de los Trabajadores (PT) en este caso con el fin de solicitar su destitución.
Esta misma estrategia fue utilizada en las elecciones presidenciales de 2014 por el principal bastión de la oposición, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), liderado por Aécio Neves, y derrotado por Rousseff en los comicios.
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