Miles de estudiantes que manifestaban el jueves en las calles de Santiago de Chile (capital) contra la reforma educativa, volvieron a ser reprimidos por la policía y la protesta terminó en duros choques.
Los manifestantes levantaron barricadas ante la arremetida de los Carabineros frente el Ministerio de Educación, donde los enfrentamientos no dieron tregua al camión lanza aguas y los gases lacrimógenos, informó La Tercera.
Tras disolver la protesta no autorizada por el Gobierno en el centro de la capital, los carabineros detuvieron a decenas de estudiantes.
Horas antes de los enfrentamientos, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), expresó su preocupación por como año tras año “Carabineros va cobrando víctimas respecto a la represión policial de la cual los estudiantes somos víctimas”.
Los disturbios llegaron a un punto álgido cuando se integraron a la protesta un grupo de encapuchados que destrozó varios objetos en la vía pública.
El Metro de Santiago decidió cerrar las estaciones Unión Latinoamericana, República y La Moneda a causa de los enfrentamientos.
Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Burgos, repudió el actuar de "delincuentes" que "se cuelan en marchas autorizadas y no autorizadas", y descartó que se haya "ablandado la mano" de Carabineros tras el 21 de mayo en Valparaíso, cuando Rodrigo Avilés resultó gravemente herido por el accionar del carro lanza aguas.
El reclamo de los estudiantes se intensificó luego de que la presidenta Michelle Bachelet promoviera una ley de reforma educativa que contempla la producción de unos 260 mil puestos gratuitos para los que aspiren ingresar a la universidad. Pero, los manifestantes siguen descontentos con el sistema educativo del país, considerado por ellos, uno de los más segregados del mundo.
"Estamos aún muy lejos de cumplir nuestros sueños. La reforma es muy insuficiente", comentó Claudia Arévalo, vocera de los estudiantes de secundaria.
El nuevo reglamento educativo establece también un aumento de salario a los profesores y la oportunidad de cursar estudios gratuitos para el 60 por ciento de los estudiantes de secundaria de bajos recursos.
Sin embargo, para los estudiantes no está claro el plan de las autoridades educativas para mejorar la calidad en las escuelas públicas o garantizar la educación gratuita en la educación superior en los próximos años.