El Gobierno de Nepal informó este miércoles que la falta de acceso a los pueblos remotos ha dificultado la valoración exacta de la magnitud de la catástrofe y el número de muertos por el terremoto de 7,9 grados que asoló al país el pasado sábado.
"No somos capaces de valorar la situación ya que pueblos enteros han resultado dañados en zonas remotas. No sabemos cuánta gente había en los pueblos cuando se produjo el sismo", dijo el portavoz del Ministerio del Interior, Laxmi Prasad Dhakal.
En este sentido, destacó que hasta ahora se han contabilizado unos cinco mil fallecidos, 11 mil heridos y 450 mil desplazados, sin embargo, podrían haber perdido la vida unos cuantos miles más.
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Dhakal añadió que por el momento mil 120 heridos han sido transportados en helicópteros a Katmandú para recibir tratamiento médico, mientras que los equipos de emergencia trabajan en la reapertura de las carreteras que quedaron bloqueadas.
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Las labores de rescate continúan siendo entorpecidas por el mal tiempo y por las carencias del país asiático para responder a un desastre de tal magnitud, mientras se agota el tiempo para encontrar supervivientes entre los escombros.
Ayuda humanitaria
El responsable de emergencias del Programa Mundial de Alimentos, Geoff Pinnock, informó que a cuatro días de la catástrofe, llegó la ayuda humanitaria a una de las zonas montañosas próximas al epicentro del terremoto,no obstante, tomará un poco más de tiempo para que la comida y otros artículos de primera necesidad lleguen a los sobrevivientes en comunidades que están más aisladas.
"Eso no pasa de la noche a la mañana", explicó Pinnock desde la aldea de Majuwa, a unos 20 kilómetros de Gorkha, la zona desde donde se coordinan las labores de rescate para las áreas más afectadas por el sismo.
De igual manera se conoció que la agencia de alimentos de Naciones Unidas espera poder entregar con la mayor prontitud posible cargamentos de galletas energéticas en zonas sin suficiente agua para cocinar.
Despiden a los fallecidos
Desde el pasado domingo, decenas de cadáveres son incinerados a diario en Pashupatinath, el emblemático lugar de cremación de Katmandú, donde las familias aguardan su turno para despedir con los ritos hindúes a las víctimas del terremoto.
"Normalmente entre seis y siete cuerpos son quemados en este lugar. Sin embargo, debido al enorme terremoto se ha convertido en un lugar muy concurrido y sin sitio disponible para quemar los cuerpos", explicó el vecino de la zona, Keshav Subedi, quien además añadió que al menos 200 cadáveres han sido incinerados entre el domingo y el lunes.
En Pashupatinath, el punto más sagrado para el hinduísmo en el país, cada cuerpo es quemado sobre una pila de madera en una de las 15 escaleras de acceso al río, adonde se tiran posteriormente las cenizas de los fallecidos. Sin embargo, durante estos días hasta cinco cuerpos son incinerados en la misma hoguera.
Aproximadamente cada dos horas, tiempo que tarda en arder cada cadáver, uno nuevo es colocado encima de una pila de madera.