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La activista mexicana Norma Angélica Bruno Román, que formaba parte de un comité de búsqueda de personas desaparecidas, fue asesinada este viernes de un disparo en la cabeza por dos sicarios en la ciudad de Iguala, estado Guerrero, al sur de México.
Bruno Román, de 26 años de edad, fue asesinada frente a sus tres hijos mientras se dirigía al sepelio de otro joven ejecutado en una cancha de fútbol ubicada en el centro de la ciudad de Iguala.
Los familiares de la activista reprocharon a las autoridades gubernamentales por la violencia que asecha a los habitantes de Iguala.
Norma Angélica Bruno formaba parte del comité ciudadano Familiares de los Otros Desaparecidos, que se conformó luego de la desaparición de los 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, el 26 de septiembre del 2014.
Desde su creación el 23 de noviembre del año pasado hasta la actualidad, los miembros del comité, junto a peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) de México, han localizado y exhumado 48 cadáveres en fosas clandestinas ubicadas en los cerros de Iguala.
De la cantidad de cuerpos encontrados en fosas clandestinas, al menos tres de los cadáveres han sido identificados y entregados a sus familiares, entre ellos el de Carlos Sánchez Fernández, que residía en el municipio de Teloloapan.
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