Un grupo de manifestantes fueron reprimidos este viernes por la policía en las calles de Washington mientras expresaban su rechazo contra la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, causando algunos daños materiales en la ciudad.
Manifestantes de grupos judíos, musulmanes, afroestadounidenses y latinos se apostaron muy cerca de uno de los escasos accesos públicos al amplio perímetro de seguridad levantado varias manzanas alrededor de la Casa Blanca con gorras negras que rezaban en inglés "No es mi presidente".
La estudiante de ingeniería civil Brenda Pérez participó en la manifestación porque a su juicio "llegó el momento de que nuestras comunidades se unan para pelear. Trump tiene mucho odio y él no es bienvenido aquí en Washington".
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"Queremos que paren las deportaciones y que conserven DACA", dijo la mexicana de 20 años refiriéndose por sus siglas en inglés a un alivio migratorio que el presidente Barack Obama extendió en 2012 a 750.000 inmigrantes traídos sin autorización a Estados Unidos cuando eran niños.
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Durante su campaña electoral Trump anticipó que deportaría a los 11 millones de inmigrantes sin autorización y anularía el alivio migratorio. También tildó de "criminales" y "violadores" a los inmigrantes mexicanos.
María Alejandra Salas decidió sumarse a la protesta para "dejar claro que no permitiremos que Trump criminalice a nuestras comunidades".
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"La movilización es algo simbólico. Queremos demostrar que aquí en Washington hay gente que se le opone", dijo la peruana de 27 años que emigró a Estados Unidos en 1998.
Salas y Pérez pertenecen a Mijente, una organización que defiende los derechos de los inmigrantes no autorizados.