La precandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, rechazó la estrategia de los republicanos al tratar de usar en su contra la investigación del buró federal de investigaciones (FBI) por el supuesto mal uso de correos electrónicos confidenciales.
Declaró a un programa estadounidense que se toma” muy en serio” la información clasificada, y aseguró que "no se puede obtener este tipo de información fuera del sistema clasificado en el Departamento de Estado", tras las acusaciones de supuesta filtración de información secreta en 22 correos electrónicos en cuentas privadas, manipulados durante su mandato al frente del Departamento de Estado (2009-2013).
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Clinton explicó que nunca envió ni recibió documentos sensibles o clasificados como secretos en su servidor de correo electrónico privado, además agregó que "No hay información clasificada marcada en los correos electrónicos enviados o recibidos por mí".
CONTEXTO
En mayo de 2015, el departamento de Estado de Washington publicó una primera parte de los correos electrónicos de su exsecretaria, a través de los cuales intercambió información sensible pero no clasificada, sobre el ataque a Bengasi, Libia, en 2012.
La polémica inició con la investigación de la responsabilidad sobre el ataque, luego de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo atribuyera a una manifestación espontánea de musulmanes airados en Bengasi y posteriormente reconociera que se trataba de un atentado terrorista islamista.