El coordinador de agua y sanidad de Médicos Sin Fronteras, Leo Tremblay, que supervisa un centro de tratamiento de cólera en Port a Piment, en el sur de Haití, informó que "muchas fuentes de agua están contaminadas en estos momentos", tras cumplirse un mes del paso del huracán Matthew.
Autoridades y organizaciones de asistencia humanitaria han detectado materia fecal y la bacteria E.coli en el agua. Los habitantes denuncian que tras el paso de Matthew no hay suficiente agua limpia para beber y menos para bañarse en lugares como Coteaux.
Yvette Dorival, habitante de Port Salut, pueblo costero devastado por el huracán, camina dos horas para llevar a su casa agua de una planta de tratamiento instalada por la organización española Bomberos Unidos Sin Fronteras. A su paso se topó con trabajadores humanitarios suizos que trataban para arreglar una tubería rota. "¿Por qué hay solo extranjeros trabajando para darnos agua a los haitianos", se preguntó.
Especialistas aseguran que es poco probable que se resuelva pronto el tema del agua sucia, creen que será necesario distribuir tabletas purificadoras de agua durante seis meses en las zonas más afectadas, comentó Jean Martin Braul, experto en sistemas sanitarios del Banco Mundial.
En contexto
Unas 30 mil personas en Jeremie, una comunidad haitiana, no tienen acceso al agua potable, informó la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el pasado 11 de octubre que la provisión de agua potable entre las víctimas del huracán era una manera de evitar la propagación del cólera.
Sin embargo, un informe de la académico Philip Alston y filtrado por el diario The New York Times, reveló el pasado 11 de agosto que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la causante de introducir el cólera en Haití, donde se registran al menos 10.000 muertes por la epidemia.
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