El vicepresidente de la Cámara baja del Parlamento ruso, Nikolái Lévichev, dijo este lunes que Grecia puede convertirse en otra víctima de las llamadas “revoluciones naranjas” tras el aplastante triunfo del “No” en el referendo del pasado domingo 05 de julio de 2015.
“Es obvio que ni Bruselas ni Washington están contentos con los resultados del referendo”, dijo el parlamentario al tiempo que sostuvo que “sabemos perfectamente que las autoridades indeseables e incómodas pueden ser destituidas al instante como resultado de manifestaciones públicas bien organizadas desde afuera”.
A su juicio, Grecia puede tener su puesto en la lista de los países afectados por las “revoluciones naranjas” alentadas desde Bruselas: primero en Yugoslavia, luego en Georgia y Ucrania.
Condenó las acciones de la Troika contra el pueblo heleno las cuales a su parecer, aceleraron la crisis economica de ese país europeo. “El agujero en el que se encuentra Atenas es tan profundo que todas las inyecciones de dinero no estimularon el crecimiento económico, sino que repararon los agujeros en el presupuesto con el único objetivo de mantener a flote a Grecia un poco más”, dijo Lévichev.
Previo a conocer los resultados del referendo, centenares de griegos partieron a la plaza Syntagma de Atenas (capital) para manifestar su alegría ante lo que significa un hecho histórico contra los recortes y las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Troika.
Posteriormente, Tsipras anunció que el Gobierno de su país retomará las conversaciones con los acreedores a fin de crear un mejor sistema de transacción económica. “Mantendre una buena relación con la Unión Europea (UE) y la Troika siempre y cuando sea bajo respecto y tolerancia”.