El Consejo Nacional egipcio de Derechos Humanos (CNDH), difundió este domingo un informe donde revelan que al menos dos mil 600 personas han muerto a causa de la violencia política y los atentados en Egipto desde el derrocamiento militar de Mohamed Mursi de la presidencia en julio de 2013 hasta diciembre de 2014.
La información registra que aproximadamente 750 seguidores del Islam perdieron la vida durante el desalojo policial el 14 de agosto de 2013, de las acampadas de los seguidores de Mursi en las plazas de Al Nahda y Rabea al Adauía, en la ciudades de Guiza y El Cairo, capital.
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El CNDH en el comunicado hace un llamado a las autoridades a modificar el Código Penal para reducir los crímenes castigados con pena de muerte en Egipto, que actualmente es la condena indicada para 75 infracciones.
En el último año, ciento de personas han sido condenadas a pena de muerte en macrojuicios que las organizaciones de defensa de los derechos humanos han criticado por considerar que no se respetaron los principios de justicia y que las sentencias fueron muy severas.
Mursi fue condenado a muerte de forma provisional a mediados de este mes.
El Organismo Gubernamental pide que se aumente el número de personas a las que se otorga la libertad condicional, debido al hacinamiento existente en las cárceles egipcias, ya que las prisiones superan el 160 por ciento de su ocupación y las comisarías más del 300 por ciento.
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