Uno de los más estrechos y peligrosos aliados del infame narcotraficante internacional Joaquín “El Chapo” Guzmán, Héctor “El Güero” Palma, salió este sábado de la prisión Atwater de alta seguridad en California, pero espera en una celda de immigración ser deportado a México.
Una vez que llegue a México, seguirá traficando drogas, dijo Mike Vigil, un exagente de la DEA, lo cual fue confirmado a teleSUR por el connotado periodista, escritor y experto en crimen organizado de Sinaloa, Javier Valdez.
“No creo que vaya a generarse más violencia a su regreso a México”, contestó Valdéz, autor de Huérfanos del Narco, entre otros libros. “La pregunta es si va a empezar a operar con Iván Archivaldo 'El Chapito' Guzmán, o con qué grupo.”
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Iván es hijo de “El Chapo” Guzmán, quien es uno de los más poderosos y ricos narcotraficantes del mundo y quien está a la espera de su inminente extradición a Estados Unidos desde la cárcel de alta seguridad de la norteña localidad mexicana, Ciudad Juárez, ubicada al otro lado de la frontera con El Paso, Texas.
Valdéz dijo que tras la recaptura de su padre a principios de enero de este año, "El Chapito" tomó parcial control del Cártel de Sinaloa, la cual es considerada por la Agencia Antinarcóticos (DEA) de Estados Unidos y otras agencias de seguridad una de las proveedoras de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina más grande del mundo.
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A principios de los años noventa, antes de que su coterráneo sinaloense "El Chapo" fuera arrestado y encarcelado por primera vez, Palma fundó junto a Guzmán el Cártel de Sinaloa.
Ambos libraron una sangrienta guerra contra el Cártel de Tijuana, el cual fue fundado por otra familia criminal de Sinaloa, los Arellano Félix, cuyos hermanos fueron por mucho tiempo los más temidos y poderosos hasta que se enfrentaron a Palma, Guzmán y otros socios suyos.
Sinaloa es una tierra caliente ubicada en el noroeste mexicano y fue por mucho tiempo el estado más violento de México. Incluso, allí se registraron los primeros bombazos muy al estilo de la guerra entre narcos en Colombia.
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Los sinaloenses dominan el narcotráfico en México y después de la muerte de Pablo Escobar Gaviria, el líder del Cártel de Medellín, empezaron poco a poco a tomar control del mercado mundial de la cocaína e incluso llegaron a apoderarse de la producción del polvo blanco en Colombia.
Igualmente, Sinaloa es la cuna del narcotráfico en México y por mucho tiempo el 80 al 85 por ciento de los convictos por delitos contra la salud en el país norteamericano eran procedentes de ese estado costero, rico por su agricultura gracias a sus tierras prodigiosas.
Con la violencia en la sangre y con la sed de poder y dinero en la mente, los Arellano Félix y sus acérrimos enemigos liderados por "El Chapo" y "El Güero", las calles de muchas ciudades, sobre todo ciudades fronterizas tanto al norte con Estados Unidos y al sur con Guatemala, fueron escenarios de cruentas balaceras y de muertes masivas.
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Pero lo insólito, quizá, es que cuando de negocios se trata, ambos cárteles colaboraron en varias ocasiones.
Un miembro del Cártel de Sinaloa, que prefirió ser identificado por su nombre ficticio Julio “El Tio” Martínez, dijo a teleSUR este mismo miércoles que él participó a principios del presente siglo en una operación conjunta entre los cárteles de Tijuana y Sinaloa.
El Tío, quien trabaja para un hombre temido por su carácter violento y conocido hasta ahora sólo como Aquiles, platicó que ambos grupos “cruzaron varias toneladas de cocaína de Tijuana a Chula Vista, allá cerca de San Diego".