La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destacó este viernes la importancia de defender la democracia y la voluntad de las mayorías, pues dijo que “los valores y derechos individuales están en jaque”.
Rousseff resaltó que los derechos humanos no pueden y no deben ser una cuestión partidaria, de factores o de posicionamiento político diferente.
“Se trata de una tarea permanente, de garantizar y proteger a todos, sin ignorar que el efectivo ejercicio siempre lleva a las personas a exigir niveles más altos de potestades”.
Asimismo, la mandataria recordó los difíciles momentos de millones de ciudadanos que han abandonado sus casas y bienes debido a conflictos regionales y buscan seguridad o asilo en otras naciones con el propósito de evitar la muerte, la tortura o ser perseguidos.
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Precisó que es de suma importancia garantizar los derechos de estas personas y renovar el compromiso con todos los líderes mundiales, movimientos sociales y con cada individuo para brindar solidaridad a los más vulnerables, respetar la diversidad, la preservación de los valores democráticos y la paz.
Rousseff enfatizó que de esa manera, Brasil podrá -de forma efectiva y permanente- transformarse en la patria de todos los hijos de esta tierra. Recalcó la importancia de asegurar las garantías de los más humildes y las minorías.
Recordó en tal sentido las medidas adoptadas en los últimos 13 años en defensa de los indígenas y afrodescendientes, así como otros excluidos por la sociedad.
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