El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró este viernes sobre la urgente transformación de la Organización de Estados Americanos (OEA) e instó a promover el fortalecimiento de un organismo regional como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que permita a sus Estados miembros enfrentar sus problemas en conjunto.
Desde la llegado al poder en el 2007, Correa se manifestó abiertamente contrario al sistema de la OEA y en muchas ocasiones ha señalado que este debería permanecer como un foro para dialogar sobre las relaciones entre la Celac y los países norteamericanos.
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El líder ecuatoriano condenó que "el rol de la OEA ha sido terrible: expulsó a Cuba pero aceptó a Augusto Pinochet a inicios de los 80, con el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), apoyó a Inglaterra y no a Argentina en la Guerra de las Malvinas".
El mandatario señaló que el cuestionamiento que se realiza a la OEA como institución se añade al descontento de que la región deba discutir sus problemas en Washington, donde se encuentra la sede del organismo.
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"¡Se tienen que discutir los problemas latinoamericanos en Washington!", subrayó.
Correa advirtió que "la OEA es cosa del pasado" e hizo un llamado a los países latinoamericanos a "buscar otros mecanismos como la Celac para conversar con Estados Unidos como bloque".