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El director de Aduanas, Gómez Centurión, no comparte que “la dictadura fue un plan genocida”. Fernández considera que sus declaraciones son una “apología del delito” y que constituyen la opinión del presidente Macri.
La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, responsabilizó al actual jefe de Estado, Mauricio Macri, por las afirmaciones del director de la Dirección General de Aduanas (DGA), Juan José Gómez Centurión, quien negó que la última dictadura tuviera un plan sistemático de desaparición de personas.
Centurión declaró el pasado domingo en un programa del canal América TV acerca de las muertes causadas por el Gobierno, antes y durante el golpe del año 1976. No hubo un “plan sistemático para desaparecer” personas sino una “reacción absolutamente desmedida”, sostuvo.
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“La reiteración de estas manifestaciones entre funcionarios de un mismo Gobierno demuestra que no es Gómez Centurión: es Macri” declaró a través de Twitter, donde indicó que las declaraciones del director de la DGA constituyen una “apología al delito”.
Sobre los acontecimientos de los años setenta la exmandataria afirma que “las condenas judiciales probaron y definieron genocidio y plan sistemático de desaparición”. En una serie de tuits repudió las declaraciones del funcionario y afirmó que el Gobierno de Macri es el que “tiene entre sus funcionarios a los civiles que se enriquecieron con la dictadura y nunca fueron juzgados, entre ellos la familia presidencial”.
Río Gallegos. Leo las declaraciones de Gómez Centurión y pienso, es un espanto pero de verdad, se sorprenden?
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 30 de enero de 2017
No es Gómez Centurión. Es Macri. pic.twitter.com/AwMBYRQKNt
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 30 de enero de 2017
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Por su parte, la Secretaría de DDHH indicó que las declaraciones hechas por el director de aduanas son “a título personal” y no representan la posición del Poder Ejecutivo.
La controversia alrededor de estas declaraciones se presenta junto con la polémica decisión, revertida el pasado domingo, de modificar la inamovilidad de varias fechas históricas entre las que figuraba el 24 de marzo, el día que conmemora el inicio del último golpe militar en Argentina.
