Aprovechando la atención internacional que tendrá Brasil las fuerzas populares brasileñas pretende demostrar el descontento de las acciones del gobierno interino de Michel Temer.
Movimientos progresistas del Brasil hicieron un llamado este jueves al pueblo a manifestarse contra el Gobierno interino de Michel Temer durante la apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 que se llevará a cabo este viernes 5 de agosto.
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El Frente Brasil Popular afirma que el día 5 de agosto harán un gran acto en las calles de Rio de Janeiro, junto con el Frente Popular Sin Miedo y el Frente de Izquierda Socialista, para defender juntos los derechos y mostrar al mundo que los JJOO se realizan en un país que está sufriendo un golpe de Estado.
El Frente Brasil Popular advirtió que las acciones contra la jefa de Estado representa un menoscabo a la democracia y la constitución del país, y revierte las conquistas populares e hiere la soberanía nacional.
Puntualizando que el pedido de impeachment contra Rousseff no tiene ningún fundamento legal, aseguran que se trata de un golpe de Estado planeado para detener las investigaciones que involucran a los propios golpistas. No se trata solo de un golpe contra una presidenta legítimamente electa, es también contra millones de votos del pueblo que la apoyan y la Constitución del país.
El movimiento denuncia la gestión interina de Michel Temer que ha ampliado el déficit público y además anuncia un proyecto que acaba con los gastos gubernamentales en Salud y Educación, y además planea acabar con la política de valorización del salario mínimo, entre otros.
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Una gestión que, según grupos sociales, conduce a la privatización de empresas estatales en el sector eléctrico, puertos y aeropuertos, venta de tierras y demás recursos naturales al capital internacional, dilapidando el patrimonio del pueblo brasileño, estimulando la cizaña hacia los organismos regionales de integración y que además somete la soberanía nacional a los intereses de potencias imperialistas.
Las manifestaciones contra Temer no solo serán el día inaugural. Paralelo a las competiciones y jornadas deportivas, las protestas y concentraciones estarán en la agenda de los brasileños.
Por otra parte el próximo 9 de agosto ocurrirá la votación para definir si Dilma debe o no ser enjuiciada, para lo que se necesita el voto de la mayoría simple de los senadores (41 de 81).