El primer ministro británico, David Cameron, anunció este jueves una nueva iniciativa que busca controlar la inmigración ilegal. La propuesta incluye la confiscación de sueldos de los indocumentados y la inspección de las cuentas bancarias a residentes ilegales.
Durante un discurso pronunciado en la sede del Ministerio de Interior, Cameron explicó que el proyecto de ley tiene como fin procesar a quienes trabajen de manera ilegal y a quienes empleen a indocumentados. De igual modo, obligará a los bancos a verificar las cuentas de personas que se hallen en situación ilegal.
Las multas a las empresas podrían ser de hasta 20 mil libras (31,080 dólares). Quienes entren de manera legal como turistas o estudiantes, pero luego se queden, también serán procesados.
La ley contempla que la Policía podrá confiscar los salarios obtenidos de manera ilegal y obligará a las agencias de empleo a seleccionar trabajadores que tengan residencia legal en el Reino Unido antes de firmar contrato con algún extranjero.
Asimismo, se tomarán medidas contra aquellas personas que alquilen a inmigrantes indocumentados y en condiciones infrahumanas.
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