El vicepresidente de Estados Unidos (EE.UU.), Mike Pence, aseguró este viernes que las medidas migratorias tomadas por su país buscan "lo mejor" para los estadounidenses y los pueblos vecinos, en referencia a la política "tolerancia cero" que separa a familias inmigrantes y ubica a los niños en centros de detención.
Durante una reunión con los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, Honduras, Juan Orlando Hernández y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, el funcionario insistió en que la inmigración irregular hacia EE.UU. tiene que acabar.
Más de 2.300 niños inmigrantes han sido separados de sus padres al ingresar a EE.UU. desde que se anunció en mayo la política "tolerancia cero" del mandatario Donald Trump. Esta práctica consiste en detener y acusar de cargos criminales a todos los inmigrantes indocumentados que pasen la frontera. Los niños y adolescentes son llevados a centros de detención mientras los adultos enfrentan un proceso judicial.
Tras la ola de críticas mundiales por violar los derechos humanos de los niños inmigrantes, Trump firmó una orden ejecutiva para detener la separación de familias. Sin embargo, esto no pone fin a la práctica, pues los menores seguirán detenidos, pero ahora junto a sus padres.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) enfatizó que EE.UU. comete un error al detener a los menores de edad alegando que es por su bien.
Pence dijo que en EE.UU. hay una "crisis" de inmigrantes hondureños, salvadoreños y guatemaltecos y aseguró que este año han llegado más de 150 mil personas.
"Les dije a los presidentes que esto tiene que terminar. Esto amenaza la seguridad de Estados Unidos y también, como nosotros respetamos sus soberanías, sus fronteras, nosotros insistimos en que ustedes respeten la nuestra", expresó durante la reunión realizada en Guatemala.
Este sábado hay más de 750 eventos en 50 estados de EE.UU. en protesta contra las políticas de Trump que separa y detiene a familias inmigrantes.