Un hombre chino, en complicidad con su esposa, vendió a su hijo recién nacido para deshacerse de él y tener dinero para comprarse una moto y un teléfono iPhone.
Aunque parezca increíble, el bebé de tan solo 18 días de nacido fue vendido por la suma de 3 mil 500 euros, dinero que fue utilizado por el progenitor para comprar objetos materiales, que no pudo disfrutar por mucho tiempo porque la justicia de este país lo condenó a tres años de prisión.
El hecho se dio a conocer luego de que el comprador, movido por un profundo cargo de conciencia, se entregó a las autoridades y confesó haber contactado con el padre del bebé a través de la aplicación Whatsapp.
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La madre del recién nacido relató que siempre estuvo al tanto de la "transacción", pero se excusó ante la justicia diciendo que en la localidad donde reside era habitual que algunos habitantes le llevaran sus hijos a otros para que estos los críen.
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De acuerdo con información publicada por informativotelecinco.es, la mujer no fue condenada ni tampoco pagó multa por su acción.