Refugiados sirios, afganos e iraquíes han denunciado al Centro para los Derechos Humanos de Belgrado, que fueron víctimas de chantaje, robo, violencia, amenazas de deportación y ataques de perros policiales.
Mientras que la vocera de la Agencia de Refugiados búlgara, Avgustina Videva, ha declarado no tener información sobre los delitos alegados, "ninguno de los hospedados en los centros de refugiados se ha quejado de sufrir abusos".
Por su parte, la ministra de Interior búlgara, Rumiana Bacharova, expresó que mantiene la esperanza de poder desmentir las declaraciones, "Estamos estableciendo las condiciones, pero no podemos controlar a cada policía. Espero que seamos capaces de refutar estas acusaciones, porque esta no es nuestra política y no la permitimos".
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Detalles: La ONG ha indicado que la mayoría de los abusos denunciados se han producido en las fronteras colindantes con Serbia y Turquía y en los centros habilitados en el interior del país.
"Diez entrevistados testificaron que un policía apuntó con una pistola a la frente de uno de los refugiados (...) La Policía alcanzó al grupo y les golpeó, les quitó sus pertenencias, el agua y la comida", ha precisado la institución, donde también afirman que hubo disparos policiales contra los refugiados afganos.
El pasado 15 de octubre un refugiado de Afganistán murió de un tiro cerca de la frontera entre Turquía y Bulgaria, el asesinato fue condenado por Naciones Unidas.
El último reporte del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), señala que hasta agosto de 2015 más de 380 mil refugiados llegaron a Europa a través del Mediterráneo, calificada como la peor crisis desde la II Guerra Mundial.
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