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Un aficionado búlgaro a la artes marciales, Dinko Valev, fue presentado en los medios de comunicación de su país con el apodo “cazador de inmigrantes”, después de que retuviera en marzo a un grupo de 16 refugiados sirios.
El cazador de inmigrantes de 29 años y residente de la ciudad de Yambol, defiende su derecho a proteger Bulgaria de la llegada de refugiados a los que considera "basura". "Es un derecho civil defender y proteger mi patria de intrusos como estos sirios, iraquíes, paquistaníes y otra basura", argumentó.
Valev contó que tras avistar a un grupo de inmigrantes entre ellos, tres mujeres y un niño y repeler la agresión de algunos de ellos, los retuvo y mantuvo maniatados hasta la llegada de una patrulla policial.
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Los violentos actos de Valev han provocado críticas entre organizaciones pro derechos humanos búlgaras como el Comité Búlgaro de Helsinki, que ha denunciado a la Fiscalía por atacar y humillar injustificadamente a los refugiados.
El organismo humanitario advirtió que las medidas de Valev “incitan al odio y la hostilidad” entre los búlgaros hacia los refugiados, que en su mayoría huyen de la violencia y conflictos que azotan a sus propias patrias.
Defensa para refugiados
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que un total de 169 mil 060 inmigrantes y refugiados llegaron a Europa por mar en los tres primeros meses del año en curso.
El informe indica que en la última semana de marzo, tras la entrada en vigor del acuerdo alcanzado entre la Unión Europea (UE) y Turquía para deportar a los refugiados que pisan el territorio comunitario, las llegadas de inmigrantes a Grecia han caído un 70 por ciento con respecto a la semana anterior.
El controvertido pacto provocó muchas denuncias entre ciertos países y organizaciones pro derechos humanos, entre ellos el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) y Amnistía Internacional (AI).
En contexto
El acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía el pasado 18 de marzo establece la expulsión hacia Ankara a todos los refugiados que lleguen de manera irregular al territorio comunitario, luego de decidir si tienen o no "derecho a recibir asilo".
Como parte de este pacto el Gobierno de Turquía recibirá entre 3 mil y 6 mil millones de euros de la Unión Europea (UE), así como la posibilidad de liberación de visados y la agilización de su inclusión en el bloque comunitario.
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