Red parlamentaria rechaza ataques contra países progresistas

La Red Parlamentaria Latinoamericana por la Soberanía y la Unidad Latinoamericana y Caribeña rechazó el martes los ataques contra económicos y comunicacionales contra los Gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Brasil y otros países de la región

A través de un manifiesto difundido este martes la organización insta a la "defensa, protección y promoción de la independencia (...) ante la amenaza que constituyen los métodos de guerra no convencionales (...) con el fin de socavar y derrocar gobiernos legítimamente electos y causar graves daños políticos, sociales y económicos a nuestras naciones".

En ese sentido, denuncia "el uso de sabotajes económicos con pleno respaldo de los medios de comunicación hegemónicos que sirven como plataformas de reproducción de mentiras y tergiversaciones de las realidades de países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Brasil, entre otros".

Destaca el rol protagónico que desempeñan las naciones antes menciondas en la región; así como a la defensa de "los incuestionables logros y conquistas institucionales, sociales, económicas y políticas alcanzadas por los pueblos latinoamericanos y caribeños en las últimas décadas.".

Hace un llamado al "fortalecimiento de la cooperación Sur - Sur que, además de estrechar nuestra relación entre iguales, robustece y complementa nuestras visiones del desarrollo, en las que el ser humano es la prioridad".

Sepa más: Red Parlamentaria Latinoamericana llama a fortalecer iniciativas como teleSUR.

Rechaza el bloque económico, financiero y comercial impuesto por el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) contra Cuba, e insta al presidente Barack Obama a implementar sus facultades ejectivas para flexibilizar su aplicación.

A su vez, exige a Washington la devolución del territorio que ocupa de forma ilegal la base naval de Guantánamo.

Condena la utilización del Parlamento de Brasil para el derrocamiento del Gobierno democráticamente electo que encabeza la presidenta Dilma Rousseff, para evitar que se repitan casos como los de Honduras y Paraguay.