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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, será separada de su cargo por 180 días.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, será separada de su cargo por 180 días. | Foto: El Salvador

Publicado 12 mayo 2016



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El procesó de juicio político contra Dilma Rousseff iniciará a mediados de mayo y tendrá una duración máxima de seis meses.

El Senado de Brasil votó este jueves a favor del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, ahora la mandataria debe separarse de su cargo por un período de 180 días.

Durante ese periodo analizarán el proceso de juicio a través de las pruebas que supuestamente vinculan a la jefa de Estado con pedaladas fiscales.

La comisión especial, integrada por 21 senadores, definirá un calendario de trabajo en el que serán escuchados los testimonios de la parte acusadora y de la defensa para la elaboración de un informe final con las conclusiones del caso.

Rousseff tendría un lapso de 20 días después de ser notificada para presentar su defensa.

¿Quién quedará a cargo de la presidencia de Brasil? 

Michel Temer, actual vicepresidente de Brasil y exaliado de Dilma Rousseff, ocupará el cargo de presidente interino mientras dure el juicio. No habrá ninguna ceremonia de traspaso de mando ni una investidura, aunque está previsto que Temer se dirija al país para anunciar sus planes de Gobierno y los miembros de su nuevo gabinete.

Temer pertenece al partido del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), que era aliado del Partido de Trabajadores (PT), pero que rompió con el Gobierno hace unas semanas.

Según el analista político y presidente de la televisora Ciudad Libre de Brasilia, Beto Almeida, Temer también debe cumplir con el proceso debido a su vinculación con los casos de corrupción en los que está involucrado y es investigado.

Si Michel Temer asume la presidencia

Almeida aseveró que la polémica de la presidencia de Temer se intensificaría en el campo político porque incrementarán las manifestaciones de calle en contra de su cargo. 

El dato: Según la encuestadora Datafolha, solamente el dos por ciento de la población votaría por Temer en una elección presidencial, mientras que el 60 por ciento pide su renuncia y un 58 por ciento opina que el vicepresidente también debería ser sometido a un juicio político.

Por otra parte, Fania Rodrigues, periodista y subdirectora del periódico de Movimientos Sociales, Brasil De Fato, dijo que Temer "no es candidato porque no tiene popularidad. Siempre ha sido parlamentario, no es carismático, no es suficiente para ser candidato de la República".

Si lo destituyen

Actualmente está en trámite una solicitud de juicio político contra Temer, por lo tanto, podría ser destituido hasta la primera mitad de su eventual mandato, es decir, hasta finales de 2016.

Si lo destituyen, solamente los miembros del Congreso de Diputados y el Senado podrán votar y elegir al nuevo jefe de Estado de Brasil. Mientras tanto, el presidente del Senado, Renán Calheiros, gobernaría el país.

La decisión final del juicio político

Tras la recolección de pruebas, la comisión especial traspasará el informe final al Senado quienes decidirán a través de la votación, si la presidenta es culpable o inocente. 

En caso de que la presidenta Rousseff sea hallada culpable, será destituida de su cargo y tendrá prohibición de presentarse como candidata a cualquier cargo público durante ocho años. En el 2019, se convocarían a nuevas elecciones presidenciales.

La última sesión del proceso será dirigida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, cuyo mandato vence el próximo septiembre y será sustituido por la magistrada Carmen Lucia Antunes.

Si para ese momento el proceso no hubiera concluido, esa última sesión sería presidida por Antunes, quien de esa manera dirigiría el trámite.

En contexto 

Dilma Rousseff es acusada de realizar mediante decretos desbalances en el cierre presupuestario 2014 y 2015, los cuales presuntamente fueron modificados y permitieron acumular deudas y contratar créditos con la banca pública, acciones que supuestamente no fueron reflejadas en los balances del Gobierno.

La defensa de Rousseff aseguró que los argumentos técnicos demuestran que no hay ningún crimen de responsabilidad. El ministro de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa, manifestó que los financiamientos se hicieron públicos y explicó que los créditos suplementarios no fueron numerados porque en 2002 se aprobó un decreto que establece que mientras no sean de carácter normativo no deben llevar la numeración.


Comentarios
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Comentarios
Dilma, para que enemigos con semejantes amigos… cohabitar con ese tipo de larvas y limpiarles el rostro hediondo trae ciertas consecuencias, los 54 millones de brasileños votantes no sé que pensarán….
Nota sin comentarios populares.