El presidente de China, Xi Jinping, y el de Estados Unidos, Donald Trump, organizan una reunión a propósito del G20 que se celebrará en Alemania el próximo julio.
China y EE.UU. rompieron lazos protocolares después de que Trump realizara una llamada telefónica a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, que molestó al Gobierno chino.
El presidente de EE.UU., a pesar de haber mantenido una posición más cercana a Taiwán, país que China considera una provincia rebelde, reafirmó la política de una sola China a través de una llamada sorpresa al presidente Xi.
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Según el diario South China Morning Post, Xi y Trump confirmaron la reunión tras la llamada que mantuvieron a principios de este mes.
"Pekín está en contacto con el equipo de Trump sobre la posibilidad de un encuentro bilateral en los márgenes de la cumbre del G20 en Hamburgo en julio", informó el diario y, además, indicó que Washington también expresó su deseo de que la reunión se lleve adelante.
Aún no está confirmado si Donald Trump participará en el G20, pero de no hacerlo, analistas locales consideran que el "cara a cara" entre los presidentes se podría dar en Vietnam a finales de año, durante la cita que celebrará el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en este país.
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En contexto
Después de ganar las elecciones Donald Trump entabló una conversación con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, que generó una fuerte controversia acerca de la política de "una sola China". Ese encuentro ha sido el más cercano entre Taipei y Washington en los últimos 40 años.
Recientemente, Trump se comprometió a respetar la política de "una sola China" que los diferentes Gobiernos estadounidenses respetan desde el año 1979.
La política de "una sola China" , decretada por el presidente Jimmy Carter, determina que el Gobierno de Pekín es el único legítimo tras la ruptura de relaciones diplomáticas con Taiwán.
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