Los manifestantes franceses ven la reforma como una medida que perjudica a la clase obrera y que amenaza los derechos de los trabajadores.
Desde hace casi dos meses los franceses han salido a las calles a manifestarse en contra de la reforma laboral que propone el Gobierno de François Hollande.
La reforma se denomina oficialmente como el proyecto de ley de “nuevas libertades y nuevas protecciones para las empresas y activos”. El Gobierno francés busca medios para luchar contra el desempleo que registró en febrero de 2016 una cifra récord de 3,59 millones de personas, es decir, más del 10 por ciento de la población activa.
Aún así, desde la presentación del primer borrador, el descontento ha provocado movilizaciones masivas y ha forzado al Gobierno a reformularlo en sus puntos más conflictivos.
¿Qué medidas plantea la reforma?
1- 35 horas: la supresión de facto del límite de 35 horas de trabajo semanales así como los despidos por razones económicas.
2- Despidos: Podrán producirse por razones económicas como descenso de pedidos, deterioro de cifra de negocios, cambios tecnológicos o reorganización.
3- Indemnización: la reducción de las indemnizaciones para despedir a trabajadores con más de 20 años de antigüedad y la supresión de los días de baja por fallecimiento de un ser cercano (padres, hijos y pareja), entre otras.
4- Horas extra: Es posible el pago por debajo del acuerdo salarial si la empresa y comité sindical lo aceptan. Podrán pactarse bajadas salariales. Los sindicatos minoritarios convocarán referendos en las empresas contra acuerdos de los mayoritarios.
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¿Por qué perjudica al pueblo?
Los manifestantes franceses ven la reforma como una medida que perjudica a la clase obrera. Aseguran que amenaza los derechos de los trabajadores y profundiza la inseguridad laboral de los jóvenes.
En líneas generales, la propuesta del Gobierno francés intenta facilitar el despido, que podría producirse si la cifra de negocios empeora o si la empresa se enfrenta a reorganizaciones.
La opinión general entre los analistas, los sindicatos y los ciudadanos es que este proyecto provocará más precariedad para los trabajadores. Los críticos de la reforma acusan de nuevo al Ejecutivo de hacer continuos regalos a los empresarios.