El papa Francisco aseguró que “la corrupción es sucia” y “una sociedad corrupta apesta”, y agregó que aquel que permite la corrupción no es cristiano, sino que también apesta.
"Cuánta corrupción hay en el mundo, (...) la corrupción es sucia y la sociedad corrupta apesta. Un ciudadano que deja que le invada la corrupción no es cristiano, apesta".
Durante su discurso de este sábado en Scampia, un barrio ubicado en Nápoles (sur de Italia), que ha estado vinculado con la mafia la Camorra, el sumo pontífice añadió que nadie puede asegurar que no será corrupto, porque cada ser humano corre el riesgo de “caer en la corrupción y deslizarse hacia la delincuencia”.
Asimismo, el papa exhortó a todos los napolitanos que llegaron hasta la plaza Juan Pablo II en ocasión de escucharle, a que luchen contra el mal y a tener valentía y coraje para ir por el camino del bien y la justicia.
En este sentido, consideró que “los que transitan la vía del mal, roban un pedazo de esperanza, a sí mismos, a la sociedad, a mucha gente honesta, a la buena reputación de la ciudad, y a su economía".
El sumo pontífice Jorge Bergoglio aprovechó la oportunidad para hacerles un llamamiento a los gobiernos a que contribuyan a acabar con la alta tasa de desempleo juvenil que se registra en la localidad lo que evidencia la existencia de un fallo grave en el sistema.
"Cuando no se gana para poder llevar el pan a casa, se pierde la dignidad. La falta de empleo roba la dignidad y en estos casos, la persona corre el riesgo de ceder a la esclavitud, a la explotación. Esto no es humano, no es cristiano", añadió.
Insistió en la importancia de impartir una buena educación para formar, así, a jóvenes y enseñarles a que sigan el camino del bien y se alejen de las prácticas delictivas.
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