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El pasado viernes 03 de octubre los trabajadores y trabajadoras de teleSUR recibieron la visita de un personaje que por su verborrea y a la vez su manera explícita de expresar sus convicciones se ha vuelto polémico: Paco Ignacio Taibo II, quien sugirió que las televisoras de izquierda deben impulsar su inmediatez por el bien del pueblo.
Una de las preocupaciones a las que hace referencia el periodista Paco Ignacio Taibo II, que recientemente ha dirigido la producción de temas históricos para televisión, es el obstáculo que para el trabajador de la prensa representa la inmediatez y la velocidad con la que la información debe ser transmitida.
Al respecto dice: “Ninguna televisión por progresista que sea se libera de la lógica de la presión y de la inmediatez”. Dice además que de todo el material informativo que circula por los medios un 90 por ciento se vuelve “ruido mediático” y un 10 por ciento es información. Afirma que este ruido destruye la solidez de la información, “uno pide información a la televisión y no te la da, y en el mejor de los casos solo te ofrece información fragmentaria, ruido mediático y ausencia de contexto”.
También se escandaliza por el hecho de que cada vez nuestra sociedad está más disociada por el afán de consumo nos hace creer que la cultura se divide en la “cultura de las mayorías y la cultura de las minorías”. Afirma que tal cosa no existió nunca pues clásicos de la literatura occidental como El Quijote; La Ilíada y La Odisea, fueron leídos entre las minorías de campesinos.
“Cada vez más la velocidad con la que vivimos, la inercia que adquirimos desde la infancia y la visión del mundo de no poder discernir entre árbol y árbol, está condicionando a los creadores y consumidores de la televisión”. Ante esta realidad Paco Ignacio, en declaraciones para teleSUR, reflexiona “la izquierda tiene que plantearse para donde vamos, qué hacemos con lo que tenemos y cómo lo hacemos”.
También se refirió a la necesidad de hacer una televisión crítica desde la izquierda, desde donde no se le tenga miedo al debate, porque de lo contrario el enemigo se aprovecharía, esto lo ejemplifica con la “Teoría del queso Gruyere” que explicó de la siguiente manera: “Todo lo que tu no informes son agujeros que el enemigo va a aprovechar para llenar, todo lo que tu no digas, el enemigo lo va a decir”.
Por lo cual el también profesor de Antropología e Historia de la UNAM concluyó que no hay por qué tenerle miedo a la diferencia y al debate puesto que “el calor de una revolución se produce en el debate y no en el pensamiento único”.
