Fuerzas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) procedieron este miércoles con la movilización de unos 220 empleados extranjeros de la ciudad de Bunj, al noreste de Sudán del Sur, donde sus sedes han sido atacadas en las últimas 48 horas.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, explicó que este personal humanitario y diplomático fue evacuado hacia las ciudades de Juba (sureste) y Malakal (noreste), adonde continuará llegando personal de la misión oficial hasta este jueves.
“Los miembros del cuerpo de paz están reuniendo a los empleados nacionales de las organizaciones humanitarias que consideren en riesgo y que necesitan ser evacuadas lo antes posible”, señaló el funcionario.
El Estado Alto de Nilo enfrenta una de las peores crisis alimentarias de la historia luego de que estallase el conflicto interno en Etiopía, donde facciones rivales iniciaron una serie de enfrentamientos luego de no obtener resultados positivos durante los procesos de negociaciones.
Hasta el momento, cinco voluntarios de la misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (Minuss) perdieron la vida el martes a manos de una milicia que ha sido responsabilizada por ataques anteriores contra el personal de la instancia.
Desde el pasado mes de diciembre, Sudán del Sur ha sido blanco de numerosos enfrentamientos entre las fuerzas del presidente Salva Kiir y el insurgente Riek Machar.