El arzobispo grecocatólico Hilarión Capucci, exiliado de Israel y que pasó cuatro años en prisión por apoyar la causa palestina, murió este lunes en Roma a la edad de 94 años.
El arzobispo de Jerusalén desde 1965 o de la entrega y devoción en la senda de la verdad de Palestina nació en Alepo en 1922 y fue obligado a estar fuera de su tierra por más de 40 años.
Capucci fue detenido por las autoridades israelíes en 1974 y condenado a 12 años de prisión por usar su estatus diplomático para contrabandear armas al Ejército por la Liberación de Palestina.
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Cuatro años más tarde, fue liberado y desterrado y, desde entonces, vivió en el exilio en Roma, donde murió.
Tras su fallecimiento, el presidente palestino, Mahmud Abás, expresó su pesar y recordó que el religioso era un "valiente luchador", "conocido por su defensa de los derechos del pueblo palestino".
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Por su parte, Izat al Rishq, miembro de la autoridad política del movimiento islamista Hamás, aseguró que generaciones de palestinos mantendrán viva su memoria tras su muerte.
El patriarca grecomelquita de Antioquia y Oriente, Gregorio III, también lamentó el fallecimiento y señaló que "fue un héroe de la causa palestina, por la que luchó toda su vida".