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Más de dos millones de musulmanes llegados de todo el mundo empezaron este miércoles la peregrinación a La Meca, Arabia Saudita, para cumplir un rito con varias etapas en el lugar más sagrado del islam.
El portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki informó que se han movilizado más de 100.000 efectivos de seguridad para el itinerario del “hach”, uno de los cinco pilares del Islam, dos años después de que una gigantesca estampida dejara cerca de 2.300 muertos.
Las autoridades sauditas se han movilizado para evitar que se repita la tragedia de 2015.
>> Arabia Saudita permite peregrinación de cataríes a La Meca
Mientras que algunos esperan el autobús, otros cumplen con el tawaf, el ritual que comprende siete vueltas en torno a la Kaaba, una construcción cúbica envuelta en una pesada tela negra con versículos del Corán bordados en oro, en cuya dirección oran los musulmanes de todo el mundo.
“Cada vez, surgen nuevas emociones”, cuenta Tidjani Traore, un funcionario de Benín de 53 años, que se prepara para su 22ª peregrinación. “Hay innovaciones en la organización y el albergue de los peregrinos. Ahora, por ejemplo, las tiendas tienen aire acondicionado”, señala.
Este año el peregrinaje se produce en un momento de grave crisis entre los países del Golfo y bajo la amenaza del grupo terrorista Estado Islámico, acechado en Irak y Siria.
El bloqueo de Catar complica el peregrinaje de los cataríes, pero la semana pasada los saudíes anunciaron que la frontera quedaría abierta para los fieles que quieran ir a La Meca y que aviones sauditas iban a ser enviados a Doha para transportarlos.
