El presidente de Argentina, Mauricio Macri, negó este martes que exista una ola de despidos en el país como pretenden hacer creer los seguidores del kirchnerismo. “Yo tengo mi propia forma de hacer política", expresó durante una rueda de prensa en Casa Rosada (sede de Gobierno).
El jefe de Estado no hizo referencia a las movilizaciones de miles de argentinos contra su Gobierno y solo alegó que los despidos en el país se aplican a las personas que no cumplen con sus funciones.
Sin embargo, miembros de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) afirman que el Gobierno de Macri no tiene criterio para aprobar despidos, debido a que los cargos se pueden conservar independientemente de la posición política o religiosa de cada quien.
Macri reiteró su rechazo a la ley antidespidos impulsada por el Congreso para evitar que miles de argentinos se queden sin empleo. "Acá no hay un problema de ola de despidos masivos. Necesitamos crear empleos de calidad y eso se crea en un proceso de inversión”, insistió.
Durante la rueda de prensa solicitó al diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, apoyar su gestión con el rechazo a la ley antidespidos. “Invito a Sergio Massa y a la mayoría de los dirigentes que no acompañemos este proyecto del kirchnerismo", dijo.
A su juicio, esa ley es muy mala para los argentinos. "No puedo apoyar algo que es muy malo para el país, si es por leyes, saquemos una que nos obligue a todos a ser felices”, apuntó.
A cuatro meses de haber asumido su cargo como jefe de Estado, cerca de 140 mil trabajadores perdieron su empleo y la población pobre aumentó 5,5 por ciento lo que supone un 1.4 millones de nuevos pobres en la nación suramericana.