El gobierno de Marruecos anunció el lunes la legalización del 65 por ciento de los inmigrantes que realizaron la solicitud, aproximadamente unas 18 mil personas, durante el primer año de las políticas de inmigración implementadas por el Gobierno.
El rey Mohammed VI anunció, en 2013, un conjunto de medidas que facilitan la solicitud de residencia en el país, lo que impulsó a decenas de inmigrantes a tramitar su residencia.
De acuerdo con el portavoz del Ministerio del Interior, Charki Draiss, aproximadamente 27 mil personas realizaron la solicitud de residencia. “Fueron aprobadas todas las solicitudes de mujeres y niños (...), quienes fueron rechazados pueden presentar una apelación”, señaló Draiss.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad anunciaron que destruirán los campamentos de ilegales situados cerca de Mellila (norte de África) que tratan de llegar a Europa.
"El Estado tomará todas las medidas debidas para desmantelar los campamentos en algunas áreas, especialmente a las afueras de Ceuta y Melilla", dijo Draiss. "Desmantelaremos los campamentos para liberar a las víctimas de mafias de tráfico humano", añadió el portavoz marroquí.
Aquellos que obtengan su residencia marroquí tendrán acceso a la atención médica proporcionada por el Estado, a capacitación y escuelas, y se integrarán a la sociedad, señaló Draiss, tras acotar que combatirán las bandas que trafican con personas.
La mayoría de los solicitantes provienen de Senegal y Siria, acotó el portavoz. Cerca de 24 por ciento de las solicitudes aprobadas son para ciudadanos senegaleses y 20 por ciento corresponden a inmigrantes sirios.
Marruecos vive una tensa situación política a causa de la entrada masiva de ilegales que buscan cruzar a España por las costas del país, situación que ha generado presiones de los países vecinos para que el Gobierno reduzca el flujo de igratorio.
Cada semana, cientos de migrantes que viven en campamentos montañosos tratan de entrar a Ceuta y Melilla, enclaves costeros, pese a la represión de las fuerzas marroquíes.
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