Desde que inició la movilización de refugiados en Europa no han cesado los ataques contra ellos. Uso de brazaletes, puertas marcadas, levantamiento de vallas y alambradas, cierre de fronteras, así como la confiscación de bienes son algunas de las medidas que varios países europeos han asumido contra aquellas personas que huyen de los conflictos de sus países de origen.
Dinamarca
Una norma aprobada por el Parlamento de Dinamarca autoriza la confiscación de bienes a los refugiados, así como demorar la llegada de sus familiares y aplazar la residencia.
También destaca la reducción de las prestaciones sociales, el endurecimiento de los permisos de residencia, entre otros.
La Policía puede registrar el equipaje de los refugiados y quedarse con el dinero en efectivo que supere las 10 mil coronas (mil 450 dólares) y los objetos personales cuyo valor sobrepase el mismo monto.
Hungría
Instaló a finales del año 2015 vallas en sus fronteras con Serbia y Croacia para evitar que los refugiados entren al país. Asimismo, autorizó al Ejército y a la Policía el empleo de armas no letales para contener las llegadas.
La nueva legislación cataloga como un crimen con pena de cárcel la entrada ilegal en su territorio y busca autorizar el registro de domicilios privados donde se sospeche que hay refugiados escondidos.
Reino Unido
En este país obligan a los refugiados a llevar un brazalete rojo. Hasta enero pasado quien no lo portaba no podía recibir alimentos.
Al noreste de Inglaterra las puertas de sus viviendas provisionales fueron pintadas de color rojo. Este hecho ha suscitado numerosas agresiones xenófobas.
Suiza
Exige a los refugiados que llegan a ese país entregar al Estado los activos que tengan un valor superior a mil francos suizos (unos 913 euros), para “ayudar” a pagar su mantenimiento.
Alemania
Los estados federados alemanes de Baviera y Baden-Württenberg también confiscan los bienes de los refugiados.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel, acordó endurecer el derecho al asilo, acelerar las expulsiones de los inmigrantes sin estatus de refugiado y complicar la reagrupación familiar.