El Gobierno mexicano informó que habitantes del municipio serrano de Badiraguato, en el estado Sinaloa, pueblo natal del jefe del cartel de Sinaloa Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo", han vuelto a abandonar sus casas por un nuevo brote de violencia.
El alcalde de ese municipio de Sinaloa, Mario Valenzuela, explicó que familias enteras "han abandonado nuevamente la comunidad a raíz de que el Ejército dejó de brindar seguridad a los pobladores".
El dato: Las personas habían regresado a la localidad de Huixiopa, municipio de Badiraguato (mil 300 kilómetros al noreste de la capital), tras hechos violentos registrados el 17 de junio pasado.
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Valenzuela lamentó que los soldados del Ejército dejaran de patrullar la zona. "Los pobladores se sintieron indefensos, porque los grupos que en junio pasado orillaron a las personas a dejar sus hogares continúan acechando a los pobladores".
El pasado martes el procurador general de Justicia de Sinaloa, Marco Antonio Higuera, reveló que un grupo armado irrumpió el fin de semana a las comunidades de Tareapa y Badiraguato, para quemar dos casas y un vehículo.
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Mientras que en junio pasado, varias casas fueron saqueadas en ese poblado, además otros dos núcleos de vecinos de La Tuna y Arroyo Seco fueron quemados, incluida la casa familiar de la madre del narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, doña Consuelo Loera.
En contexto
Joaquín Guzmán Loera afronta 14 delitos federales, vinculados al crimen organizado, entre ellos narcotráfico, lavado de dinero, homicidio y asociación para delinquir, entre otros.
Guzmán es señalado de introducir hasta el 25 por ciento de la droga que se consume en Estados Unidos, uno de los países con mayor consumo de estupefacientes.