Este sábado el máximo jefe de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, instó al cese del fuego bilateral para reducir la intensidad del conflicto colombiano así como también insiste en la confianza de esa fuerza en los esfuerzos a favor de la paz.
De acuerdo al comandante guerrillero, la petición de acompañar los diálogos pacificadores entre el Gobierno y la insurgencia con un silenciamiento de todos los fusiles es una de las posiciones invariables de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
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Asegura que nunca han exigido "treguas unilaterales, en cambio sí las hemos declarado más de una vez, como respuesta nos han descalificado, además de aprovechar nuestra actitud para golpearnos más fuerte; entonces vuelve, como ahora, a agudizarse la guerra".
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llamó este sábado a agilizar las conversaciones para poner punto final a la confrontación, al tiempo que ordenó arreciar las ofensivas contrainsurgentes.
El líder sostiene que el sabotaje económico es una medida militar. "Cualquier Estado que inicia una conflagración lo primero que se propone es destruir la infraestructura del rival, bombardearla, hacerla ruina, a nosotros nos imponen la guerra, obramos en consecuencia, orientamos sí, afectar lo menos posible a la población civil, y prohibimos expresamente atentados a servicios de acueducto y similares".
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